sábado, 4 de febrero de 2023

El gobierno masón de La Segunda República Española

Con la proclamación de la Segunda República Española, el 14 de abril de 1931, los masones, entre ellos altos cargo políticos y militares, tuvieron acceso a los órganos de poder del país, a sabiendas de que un gran número de miembros de la masonería formaban parte tanto de las Cortes Constituyentes como en el Gobierno que saldría de las mismas. La publicación masónica La Cadena de Unión, afirmó que "Ahora se trata de arrancar las raíces de esta Edad Media que posee dos filones muy fuertes: la Monarquía y el Vaticano". Durante la nueva República, desde el Pacto de San Sebastián que la precedió hasta el reparto de los Ministerios del Gobierno formado, se realizó un reparto de poder entre miembros masones. El boletín nº 8 de la Gran Logia Española sentenció que no era “ningún secreto que la francmasonería domina poco menos que en su totalidad al Gobierno Provisional”. De hecho La Carta Magna de la república fue redactada y aprobada en unas Cortes con 183 diputados masones de un total de 458. De ahí que su influencia llegara a cotas que nunca antes se habían visto en España.

domingo, 8 de enero de 2023

La masonería en el siglo XX en España

 

Durante los primeros años del siglo, el movimiento masónico apenas tuvo relevancia en España. A la llegada de la dictadura militar de Primo de Rivera, que se alargó desde 1923 hasta 1930, la masonería no sólo perdió fuelle sino que fue hasta perseguida. 

Hubo que esperar a la caída del régimen y a la llegada de la Segunda República para ver una masonería fuerte e influyente, con varios de los diputados de las Cortes perteneciendo a esta institución. La Guerra Civil española, iniciada en 1936, no le vino nada bien a la masonería, donde Franco llegó a prohibir organizaciones de librepensamiento como la masonería. De hecho, este grupo llegó a ser acusado de conspirar contra el tradicionalismo católico y los intereses de España. Esto suponía que cualquier ideología de tintes marxistas sería perseguida. 

No fue hasta la muerte de Franco, en 1976, y el advenimiento del estado democrático que la masonería pudo ejercerse libremente y sin necesidad de ocultarse, si bien ha permanecido en una posición discreta como movimiento ideológico.